Punto de Llegada y…
Querido caminante, estamos en el punto de llegada de este itinerario. Puedes preguntarte ¿A dónde te ha conducido este camino? ¿Cuál es tu punto de llegada? ¿Cómo te sitúas en este momento?
Es que este punto en el que te encuentras no es simplemente un final, es también un nuevo punto de partida, una nueva invitación a continuar caminando, pero de otra manera, con un corazón más cercano al Corazón de Cristo y más disponible a su misión de compasión por el mundo.
Es tiempo de dejar que la transformación cale en el corazón, que las resonancias del camino hagan eco en tu interior. Tu vida cotidiana seguirá siendo el altar donde ofrezcas tu vida como ofrenda al Señor para que uniéndote a Él trabajes en hacer de este mundo un lugar más fraterno y más humano.
Podrás volver una y otra vez a tus anotaciones, a los recuerdos que este camino ha dejado en tu memoria. En tu corazón podrás encontrar las experiencias que has hecho, la voz del Señor en cada paso de este camino.
Sin embargo, recuerda que este camino nunca está acabado. Podrás recorrerlo cada vez que sientas que necesites volver a él. Siempre será un camino nuevo, porque tú entrarás en él de una manera diferente cada vez, y porque el Señor siempre hace nuevas todas las cosas. No habrá nunca un camino igual a otro, aún cuando vuelvas a recorrer cada paso, una y otra vez tendrás la experiencia de la novedad que trae el Señor. Pues el encuentro con Jesucristo es garantía de novedad, de renovación interior, de Vida Nueva, de transformación.
El Camino del Corazón será una y otra vez la senda que te ayude a entrar en una misión de compasión por el mundo, en la Red Mundial de Oracion del Papa.